lunes, 28 de noviembre de 2016

EL ENCANTO DEL CERRO "LA GARITA"


Camino hacía Zorritos, entre muchos cerros que bordean la Panamericana, está uno conocido ancestralmente como "La Garita".Aquí, contaban los viejos piareros que después que se empezó a explotar el petróleo en la localidad de Zorritos, los comerciantes "de aburro" llevaban a vender los productos de sus chacras a este pueblo petrolero. Un grupo de agricultores, cada uno en sus respectivos jumentos, se trasladaban a esta localidad donde vendían sus productos de panllevar: choclos, plátano dominico, yuca, camote y frutas como papaya, badeas, guanábanas y chirimoyas. Zorritos sólo producía petróleo. El sistema laboral en este lugar impuso un tipo de salarios y sueldo definitivamente superiores a los recibidos por trabajadores y empleados del resto de Tumbes. A la vez, fue un tentador mercado para los agricultores; muchas veces,algunos de ellos, o sus hijos conseguían  trabajo en este pueblo, trocando así, su forma de vida, de la agricultura a la industria petrolera. Generalmente los comerciantes "de burro" empezaban a viajar a partir de media noche para amanecer en el lugar al que había decidido llegar: Zorritos. Partían el día viernes entre las doce de la noche y una de la madrugada, para poner a la venta su mercancía cada fin de semana: el sábado o domingo.
Contaban también los piareros que en la madrugada, salía de aquel cerro  una dama alta, delgada, vestida toda con un traje blanco, reluciente, cabellos largos sueltos, que se ondeaban movidos por el viento y la brisa que venía del mar. La cabellera le llegaba a la cintura. Andaba descalza, bajaba algunas madrugadas en busca de alguien que la desencantara, esto es, que la sacara del tunel lleno de oro. Una madrugada uno de los campesinos, joven de características atléticas, se propuso alcanzarla y detenerla, pero la dama empezó a trepar el cerro con mucha facilidad. El perseguidor no había reparado que a la entrada del cerro, en la cueva, había un hombre, alto, moreno, fornido, que hacía las veces de guardián. Este cuidaba la cueva. En la entrada permanecía de pie, dispuesto a atacar a quien o quienes osaran ingresar. El lugar era una especie de túnel con paredes recubiertas todas con oro. 
Cuando los rayos del sol penetraban producían relumbrones impactantes que herían los ojos de quienes, por la ladera, pasaban cerca de este lugar; caso similar ocurría en la noche de luna. Este astro producía efectos similares, pero menos fuertes que lo que sucedía en el día cuando los rayos del sol penetraba en el túnel, oportunidad propicia para que la dama de blanco saliese de su escondite. La dama encantada era la única que sabía como bajar y subir,pues en ladera del cerro, había grandes rocas y precipicios que dificultaban el subir y bajar a ese lugar.El joven logró burlar al moreno guardián, pero no salió nunca. Quedó encantado. O tras veces, la dama llegaba cerca al camino. Tan pronto se acercaban los comerciantes, iniciaba su estampida, pero nadie la seguía por temor a quedar como estatua, petrificado al interior de la cueva. Dicen antiguos pobladores que en ese cerro, aún está el encanto y que en él siempre se ve a la dama de blanco y el moreno guardián, continúan como celosos defensores de este tesoro. La dama guarda aún el momento en que acabe el encanto o hechizo y pueda volver a la realidad.



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La leyenda de la viuda (Tumbes)



En los tiempos en que Corrales  era un pueblo  pequeño. Cuentan aún, quienes recibieron esta leyenda de parte de sus padres o abuelos, que cerca del actual mercado, había en el lado suroeste, un ceibo. Allí se ubicaba la viuda, especialmente en las noches.  

Desde este lugar emprendía su interesado recorrido.  La viuda empezaba a andar por las calles del pueblo en busca de un lugar apropiado para dar rienda suelta a sus celos o para enterarse del quehacer  de la gente.

Leyenda de la laguna del salitrillo (Tumbes) 


Cerca al caserío de Pocitos, salía un personaje vestido de blanco que ofrecía ayuda a todo quien se la solicitaba, pero a condición de que la persona favorecida estampara en un cuaderno su nombre escrito con su propia sangre.


Hubo un poblador apellidado Cavero, muy conocido por su valentía e intrepidez, que después de recibir la ayuda, se negó rotundamente a firmar el diabólico cuaderno y al poco tiempo el fornido hombre cayó enfermo, falleciendo a consecuencia del castigo del personaje de la laguna.    


Se cuenta que muchas personas conocedoras de estas apariciones diabólicas, optaron por excavar la laguna, presumiendo el hallazgo de un rico tesoro. Pero el esfuerzo fue vano. Se asegura que tal tesoro se hundía más, a medida que se cavaba, terminando al fondo por la ambición desmedida de quiénes lo buscaban”.

Leyenda del Ceibo del Diablo (Tumbes)



“Cerca del Caserío de Uña de Gato, se encuentra un hermoso y frondoso ceibo que se le conoce con el nombre de “Ceibo del diablo”, debido a que en dicho lugar y a las doce de la noche aparece un personaje endemoniado que se lleva al infierno a toda persona que se encuentra vagando por tal sitio.

Son muchas las personas que han sido víctimas de este maleficio y la credulidad popular es tan arraigada que mucha gente antes de pasar por este sitio, se santigua con todo respeto y recogimiento”. 

Leyenda de la Playa Yacila (Piura)

Cuenta la leyenda la playa de Yacila acerca del origen de este nombre unos dicen que viene de dos palabras que se unieron. Un joven llamado Zila vivía en esa playa, y cuando sus familiares lo llamaban, le decían “Ya Zila”, y al unirse estas dos palabras, llamaron a esta atrayente playa “Yacila”.
Según otros el origen de la palabra se remonta a los tiempos del último inca de una región llamada Chinchasuyo. Había entonces una familia muy respetada y en ella siempre se destacaba el hijo mayor como sabio, o sea, Amauta.
En aquel tiempo la tribu nombró como cacique a un hombre llamado Yucay, el cual era enemigo del Amauta. Siempre, desde su infancia, el hijo de la familia se había distinguido por su ingenio, es decir, el hijo de la familia respetada. Este hijo era entonces Huayna, contemporáneo de Yucay. En cambio Yucay era envidioso, y siempre buscaba la forma de deshacer el trabajo de Huayna, pero éste, que era más hábil que Yucay, lograba evitarlo.
Pasaron algunos años hasta que Yucay se destacó como guerrero y lo elevaron a cacique. Lo primero que hizo fue expulsar a la familia de Huayna, y ordenó que se retiraran en secreto, durante la noche. La familia de Huayna se componía de siete personas, y salieron en más de 100 llamas, pues se les permitió que llevaran sus tesoros.
El viaje fue penoso, hasta que llegaron a una playa solitaria. Y sintieron temor; pero luego se acostumbraron a la soledad, y decidieron quedarse. Y empezaron a construir sus viviendas.
Pero como la felicidad nunca es duradera, cierto día unos indios desconocidos, incivilizados, llegaron a perturbarles su tranquilidad, atacándolos. Ellos pensaron en salvarse y se embarcaron en un gran bote, gimiendo y pidiendo ayuda. Mas, viendo que todo era inútil, resolvieron callarse.
La familia de Huayna continuó navegando en su canoa, cantando himnos al sol, y en sus estrofas decían varias veces: “Yacila, Yacila”. De allí que la gente de aquellos tiempos optó por llamarle a este lugar Yacila.
Leyenda la playa de Yasila

El canto del cerro de las Capullanas (Piura)

Allí en la GUANERA, cerca de la Tortuga, dicen que hay un túnel, adentro hay bastantísimio huesamento de animales, será de personas. El mar entra hasta ciertas partes, pero pa´ dentro, bien pa´ dentro no llega el agua.
Dicen que también ahí es encanto, es como un camino, creo que ahí pasaba la gente antes, los españoles, por ahí dicen que han ingresado, ahí han llegado unos americanos a sondear la cosa.
En la Tortuga sí se han encantau ahí, pero los han encontrau alla por un sitio que le llaman las Capullanas al norte de Talara, por allá por Lobitos. Y dicen que intentaban rescatarlos, iban allá a rescatarlos pero se encantaban, porque para sacar una persona encantada de un encanto dicen que cuesta mucho.
En conversaciones se ha escuchado, parece que han sacado a un encantao, han sacao, pero los brujos, ésos que andan con los chontes… hay que comprar muchas cosas pa´ poderlo sacar.
. Conversan que una vez un encantao ya lo sacaban; llegó dicen, que lo sacaron de allá del encanto, y la familia por no haber comprado una cosa que le dijo el curandero que compre, les fallo… Dicen que comenzaron a gritarle su nombre, le gritaban; no hacía caso, pallá como andaba. Viven ahí, es una vida, ya pues otra vida que tienen ellos… y al fin que llegó, llegó… “¡Ven que te estamos buscando ¡” ¡somos tu familia le decían, y él ni siquiera se daba cuenta!, “ ¿Qué quieren? ”, “ ¿Qué quieren? ” antes más bien molesto, qué, qué querían, que él allí vivía… ¡no! Le dicen ¡ven!, ¡ven! Ya lo tenían pa´ que lo bajen… entonces el brujo le dijo a uno de sus familiares “¡preste el que le dije que compre! No sé cómo se llama, pero es un olor, un fermento bien rico “no lo hemos comprado, porque nos hizo falta plata”, ¡uishh! Le dice lo mejor no han comprao” oigan que si van con eso si se lo atraen, ya lo tenían en la mano sino que les falto eso. Dicen que cuando ya se les iba ya no llegaba, se cerró ¡pum! Se cerró el cerro, se cerró el encanto. Entonces les echó la culpa “no vayan a creer que yo… el trabajo ha estau bueno, ya el hombre estau acá, pa´ cogerlo y llevarlo, y ya ven porque no han comprau eso ya se nos fue” ya lo tenían cerca y se cerró el encanto y dice que se regresó vuelta… Eso pasa en las Capullanas.

En las Capullanas hay encanto. Hay que tener mucho poder pa´ irse contra el encanto, porque de repente antes nos quedamos encerrados ahí. Dicen que ahí el encanto es como un pueblo grande… dicen que ahí hay mercadillos; gente de ahí que están encantaos, pero ya tienen otra compresión, ya no están de esta vida, están ya de otra manera de vivir ya.

Leyenda del Señor Cautivo de

Ayabaca (Ayabaca)


Tres hombres vestidos con impecables ponchos blancos de lana llegaron al pueblo de Ayabaca. Trotaban sobre tres briosos caballos albinos. Eran artistas talladores. Y se comprometieron a esculpir la imagen del Señor Cautivo a condición de que el pueblo guardara absoluta reserva sobre su presencia. Nadie, además, debía interrumpirlos durante sus labores y los alimentos les serían servidos solamente al amanecer. Ningún poblador debía verlos trabajar.
Pasó el tiempo y la curiosidad de los ayabaquinos pudo más que su paciencia. Querían ver los avances de trabajo de los tres misteriosos caballeros. Los pobladores se acercaron a la casa, llamaron insistentemente y, al no obtener respuesta, creyeron que se habían burlado de ellos. Entonces forzaron la puerta. En el interior no había persona alguna y la comida estaba intacta. Pero ante ellos se alzaba, imponente y majestuosa, la escultura de un Nazareno con las manos cruzadas. Sólo entonces se dieron cuenta de que los autores eran ángeles vestidos de chalanes que al concluir la escultura alzaron vuelo y se perdieron. La historia creció, al igual que la fe y devoción, más aun si consideraban todo ello, una "obra de ángeles"; como la llamaron.

Cerro "Nariz del Diablo"


Para los tallanes el lagarto, que abundaba en el río Chira, era considerado una divinidad, por lo que confeccionaron con oro su imagen. El culto al sagrado “lagarto de oro” se efectuaba en los alrededores del cerro de los marcahuillcas, conocido hoy como “la nariz del diablo”, nombrado así por su siniestra apariencia. Es probable que los marcaveles al tener conocimiento de la llegada de las hordas de Pizarro, codiciando oro y plata, enterraron el sagrado “lagarto de oro” en las entrañas de este misterioso y legendario cerro. Dicen que el lugar era un cementerio tallán, que en algunos días del año brotan “encantos” de las huacas de los gentiles. Años atrás en los días de viernes santo se “huaqueaba” en el lugar.

Este cerro se encuentra ubicado entre Marcavelica y Salitral, en la margen derecha del río Chira, al costado de la laguna de Marcavelica. Geográficamente corresponde a un elevado y macizo cerro de naturaleza gredosa (arcilla), integrante de una cadena de estribaciones en la parte media del valle del Chira. Es fácil llegar en cualquier vehículo que transita hacia Querecotillo.

jueves, 10 de noviembre de 2016

Zona de Reventazón
En este sector refieren que antiguamente los barcos se encallaban sin razón aparente a pesar que la tripulación tenía un rumbo marcado. Según los relatos de los mismos moradores, un señor conocido como Carmen Namuche Zapata era quien solía auxiliar a las personas que se quedaban varadas hasta que alguien llegara en su auxilio.
Refieren que en la zona existe un encantó pues las grandes embarcaciones eran atraídas por una especie de imán y no se volvía a saber de la embarcación, sin explicarse el por qué de esto.
Son diversas las historias que algunos pobladores relatan sobre encantos, apariciones, personas perdidas que si bien podrían tener explicaciones más concretas, el misterio que envuelve los relatos se convierte en parte de la historia oral de la localidad que busca no perder la esencia de generación en generación.
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El Médano Blanco (Sechura)
Las leyendas relatan que la gente en Viernes Santo suele encontrar algunas cosas en esta zona, que se ubica al Este de la ciudad de Sechura, y que difícilmente hallarían en otros días del año. Detallan también que a las 03:00 p.m. si usted se encuentra sobre la cima de la loma se escucha un fuerte estruendo y se debe salir rápidamente del lugar.
Afirman que a esa hora se abre la tierra y se produce el encanto, que son apariciones que sin razón aparente atraen a las personas en contra de su voluntad para luego desaparecer o perder la noción de lo que se ha hecho.
Recuerdan que en la época que estaban buscando petróleo, los norteamericanos llegaron con maquinaria pesada para afirmar el lugar; sin embargo, al retomar las labores al día siguiente nuevamente se hallaban las lomas de tierra como si no se hubieran realizado trabajos anteriores.
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Laguna encantada de la Chorrera (Sullana)

En el distrito de Lancones- provincia de Sullana- departamento de Piura, se encuentra ubicado un pintoresco caserío de belleza natural incomparable llamado “La Chorrera”, este peculiar nombre proviene de la presencia de diferentes quebradas y quebradillas cuyos chorros de agua cristalina discurren al cauce de la quebrada principal. Es importante resaltar que en temporada de lluvias torrenciales se forma un enorme chorro de agua que al caer genera un fuerte estruendo, sonido que se escucha a varios kilómetros de distancia. Este caudal de agua con el correr del tiempo ha ido labrando la roca formando enormes e impresionantes paredes de piedra. Lo espectacular de esta quebrada es que a lo largo de su recorrido se han creado pequeñas y medianas pozas de agua cristalina: destacando lamás grande de belleza indescriptible, que los lugareños la conocen como “laguna” por ser la más extensa y profunda.Este regalo de la naturaleza sirve de límite con la República del Ecuador. El área geográfica está colmada de una fecunda y variada flora sobresaliendo la belleza de flores color lila de la planta conocida como borrachera, que combinado por el jabonillo con sus frutos color amarillo- anaranjado engalanan hacen más atractivo al paisaje. Tenemos la presencia de frondosos y esbeltos árboles de las variedades : Hualtaco,Charán, Palo Santo, Faique, Oreja de León, Oberal, que sirven de guarida a las víboras. 

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La historia de María Dominga (Sullana)
Como varios pobladores sechuranos refieren, el personaje de María Dominga es una mujer que suele aparecerse de la nada a los pobladores, en algunos casos para brindarles beneficios económicos o proponerles matrimonio; pero aseguran que quien rechaza esta última propuesta suele tener resultados poco alentadores, según nos contaba el señor Juan Tume, un poblador del distrito de Bernal, quien conocía esta historia.
Don Juan, hace unos años, nos detallaba que la conocida María Dominga era una niña que se perdió en la zona de Catacaos cuando iba a pastorear chivos y después de un tiempo empezó a aparecerse en la zona de Sechura. Nos contó que esta mujer se acercó al fallecido poblador Jesús Pingo a quien le propuso matrimonio, pero él la rechazó por estar casado y tener casi 70 años.
Según nos cuenta, Jesús Pingo la reconoció cuando se acercaba pues a su paso sonaba como si arrastraran metales y dicen que era porque llevaba un vestido de oro y plata.
De acuerdo al relato narrado, la parcela donde cosechaba camotes este morador, que se llamaba El Overo y estaba ubicada en el desierto de Sechura, fue arrasado por las aguas del río; sin embargo, antes de este encuentro, el hombre de campo era exitoso en la producción de este tubérculo, situación que no volvió a suceder tras el pedido de matrimonio de dicha mujer.
Existen algunos pescadores que creen en María Dominga, pues los ayuda a tener una buena pesca; sin embargo, hay otras personas como la moradora Alejandrina Bancayán Sánchez, quien se la topó y por miedo no salió de su casa en más de 5 años, refieren los pobladores.

jueves, 3 de noviembre de 2016



Menón - La Leyenda del Tampu Leroc (Piura)

Por los años de 1360 después del diluvio y del tremendo maremoto que azotó las costas étnicas hasta Ferreñafe, llegó al valle con tremendo séquito de "gentiles" (ejercito real) luego de haber sometido tras cuenta y larga guerra a los Chimú, el Inca Pachacutec, con tanto estrépito que hubo temor ante el retumbar del Pututo y de los tambores multitudinarios.

Se dice que los Curacas étnicos Menón, Melén, Ñapicca, Colpawal, Mecca Amo y otros concentraron a sus súbditos en este antiquísimo pueblo para tomar medidas urgentes en la creencia de que venían en pos de guerra, pero luego se enteraron que era un Rey del Cuzco, poderoso e invencible que lejos de buscar la destrucción, traía un mensaje paternal de ayuda, de enseñanza y de transformación social. Es entonces que los curacas avisaron a los "gentiles" (chasquis) que el pueblo rogaba al Monarca acercarse sin tregua para rendirle homenaje de sometimiento y obediencia. De este modo, estando el Inca entre nosotros, fueron celebradas fiestas con ritos étnicos que duraron hasta días después que el Inca abandonó la comarca prosiguiendo su marcha al norte.



De aquí que se atribuye a este Inca y no a Huayna Capac, a su paso por el norte, el haber dado orden para su construcción de un TAMPU LEROCC en nuestros despoblados, porque el existente que conoció a su paso y cuyas ruinas se conocen como el "Tambo Colorado" era de dimensiones estrechas e incomodo para albergar tropas reales. Agrega la tradición que el Inca se hospedo en el Tambo Real que ya existía donde, sobre sus cimientos se construyo siglos después la casa parroquial durante el Virreynato. En este Tambo CELEBRABAN REUNIONES LOS GRANDES CURACAS ETNICOS. Que en el inicio de la conquista Española sirvió también de hospedaje a VACA DE CASTRO y al Pacificador LA GASCA, asi como otros grandes personajes de la colonia que tenían hacer jornada obligatoria en Ccatacc Ccaos dado que Piura la actual, no existía por entonces. EL TAMBOLERO COLORADO, llamado así por el color de las arenas que lo circundan, solo era un simple hospicio de los caminantes. Sus dimensiones repito, eran estrechas. Se ubica a tres leguas al este de Sinchao, aproximadamente. Como no convenía para albergue de un ejercito real, los estrategas étnicos dispusieron la construcción de lo ordenado, a una legua al norte del primero en el lugar donde ,hoy por sus ruinas sirven para el mito del TAMPU LEROCC, fantasía inventada por nuestro aborígenes que perdura a través del tiempo.



Y Para bundar algo más en el recuerdo de lo escuche hace mas de medio siglo cuando ya había cierto uso de razón era que el TAMPU LEROCC, se edifico bastante suntuoso ante la promesa del Restaurador, que ofreció volver para estrenarlo, circunstancia que no cumplió y que mas bien se tuvo noticias que el retorno al Sur lo hizo por las sierras de Huanca Pampa, causando descontento, porque se creyó un desaire el cambio de ruta. Los étnicos fieles a sus costumbres, habían preparado fastuosas fiestas para rendirle honores y agasajos. Incluso depositaron valiosos regalos en el TAMPU LEROCC, tanto de oro, como de plata, para darlos como presente al Inca, los mismos que abandonaron en los depósitos para algún dia de una nueva visita que nunca más se produjo, pero que tales obsequios fueron dejados como cosa recibida.



Comfirma también la tradición citada, el hecho de que entre las muchas doncellas que estubierón para servir al Inca durante su estadia hubo una bellísima étnica que tubo el privilegio de ganarse la simpatía del Monarca, quien llego hasta cortejarla. Que esta guapa "palla" se considero atraída por las miradas del Inka, de quien se enamoro inocentemente .Que obsecionada por este amor imposible ,se convirtió voluntariamente y ciegamente en permanente custodiadora del tesoro que para su amado Rey se acumulo en el TAMPU LEROCC. Quién tomo el TAMPU LEROCC por domicilio y que allí fue vista hasta envejecer. El ósculo del amor mhabia traspasado su corazón que los males de este sentimiento profundo y vanidoso le alejarón de su gleba para contraerse sólo al sacrificio de vivir alejada de este mundo en pos de una espera imposible e interminable. Alli se dice que murió y que mas tarde, con el correr del tiempo, su espíritu salió hecho sombra, para popular sobre sobre los vientos y sobre las dunas, que poco a poco fuerón sepultando al TAMPU LEROCC hasta que las generaciones lo convirtieron en mito. Es asi que se dice que la "Vieja Capusona" que "espanta" a los caminantes que se "traga" al ganado que se "come"ala gente, que sale al mediodía en pleno sol ardiente sobre las dunas, no es otra cosa que aquella "Palla bellísima" que un dia se enamoro nada menos que de un Inca poderoso.


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jueves, 27 de octubre de 2016

La ciudad encantada de Huancabamba (Piura)

Por las serranías de Piura (al norte del Perú) en alguna fecha del año hay una ciudad que súbitamente aparece, y de pronto por motivos que se desconoce, se oculta ante los asustados ojos de los viajeros que pasan por la zona, quienes la conocen con el nombre de "La ciudad encantada de Huancabamba"



Sabido es que el Inca mandó construir en esa región una fortaleza y un templo de las vírgenes escogidas. El nuevo culto que impuso prohibía los sacrificios humanos (Capacocha).



Hasta hoy día se puede ver los restos de la ciudad incaica. Las ruinas muestran lo que allí existió: el esplendor olvidado.
Vetustos templos cubiertos de maleza, una pucará o fortaleza que se extiende por la lluviosa selva con grandes muros de más de tres metros de altura, además de plazas, palacios...



Nada de eso se compara, sin embargo, con lo que, temblando de susto, refieren los que pasan por allí y cuentan los relatos del Negro. (El Negro es el diablo, el andarín, explican las gentes del lugar).



Cuando este brujo aparece en Huancabamba causa la intranquilidad entre los indios, quienes siguen sus pasos en pos de algún extraño acontecimiento. La ciudad mágica surge en la imaginación de los pobladores como una fuente, como un torbellino, como el arco iris... y el miedo se convierte en alegría.



Un día el negro desaparece por las cuevas en el cerro Pariaqaqa para reaparecer un año después al lado del cerro Chite.



-"Hay pocos lugares como éste", dijo, cuando, acosado de preguntas el Negro relata su hallazgo: ¡Mírenla! Estaba paseando en la ciudad incaica de Huancabamba, encantada en el cerro Pariaqaqa. Había recorrido imponentes edificios de piedra, templos de Sol, palacio del Inca, todo reluciente de oro; una bella laguna con balsas y canoas y la ciudad rodeada de hermosa campiña y tierras fértiles...



El negro contó que el encantamiento de la ciudad se efectuó cuando llegó el Rey Blanco que se posesionó de la cima de Guitiligún. Cayó una flecha en el corazón del Inca y al clamar éste venganza al Sol, arrancó de su cuerpo la flecha y la tiró sobre su pueblo, quedando así cautiva Huancabamba en el cerro Pariaqaqa...



-... El Rey Blanco quedó convertido en la laguna invisible del cerro Guitiligún y sus soldados se transformaron en peces (terminó de contar el Negro, enseguida hizo el siguiente comentario):



-Quizá esta ciudad se hace invisible debido a la codicia de ciertos hombres que causaron mucho daño a los indios del lugar...



Al escuchar los relatos del Negro las gentes creen oír el canto de las sirenas de la laguna encantada. Algunos curiosos comentan: - ¡Me gustaría ver las sirenas!



-No quisieras verlas amigo -replica el Negro con malicia en la mirada-, sus voces nos llaman con palabras tan dulces y no tienes fuerza para dejar de oírlas...¡Podrían encantarte! y si eso sucediera te llevarían a vivir en sus pukarás y templos de oro y nunca más volverían a verte...



Diciendo esto el Negro echó a andar y desapareció. ¿Hasta cuando será? Nadie lo sabe.
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